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sábado, 28 de junio de 2014

Psicología individual

PAGINA 112  Capitulo 4 ADLER:   Psicología individual

Impulso agresivo 
E l segundo término que Adler empleó para este proceso, conforme evolucionó su teoría, fue el impulso agresivo. El esfuerzo hacia el sentimiento más alto puede tomar la forma de pelear o crueldad, o puede ser expresado en una forma más socializada como competencia atlética u otro esfuerzo para dominar, incluida la política. Es en este sentido que hablamos de los “deportes agresivos” o una “campaña agresiva” o incluso un “acuerdo de negocios agresivo”. Conscientemente, el impulso agresivo puede ser experimentado como enojo.

Protesta masculina 
En la tercera etapa de su pensamiento, Adler se refirió a la protesta masculina, una afirmación de la masculinidad que implica una mayor competencia, superioridad y control. Tales rasgos como agresividad y actividad son vistos como masculinos, donde la sumisión y la obediencia son femeninas. Adler notó que los roles sexuales tradicionales en la cultura, los cuales dan a las mujeres una posición subordinada, contribuyen a experimentar la pro-testa masculina. No aceptó los roles sexuales de su cultura como ideal ya que tienen efectos adversos sobre ambos sexos (Adler, 1917/1988a). Escribió críticamente sobre “el mal principal de nuestra cultura, el exceso de preeminencia de la masculinidad” (Ansbacher y Ansbacher,1956, p. 55). La crítica de Adler sobre los roles sexuales tradicionales le han ganado la etiqueta de “la primera feminista” (Stein y Edwards, 1998).Las mujeres, como los hombres, son motivadas por la protesta masculina conforme se es-fuerzan en contra de las restricciones del menos valorado socialmente papel de la mujer. Pueden resultar problemas físicos, incluidos dificultades menstruales, dificultades con el embarazo y el dar a luz, y desórdenes sexuales. O la protesta masculina puede llevar a las mujeres a estar orientadas hacia una carrera, a casarse tarde o no hacerlo, tener pocos hijos, convertirse en lesbianas o convertirse en monjas como un rechazo a su rol femenino. A pesar de los juicios implícitos en estos “síntomas”, Adler (1978, p. 35) advirtió al terapeuta que “no lleve sus propios juicios de valor acerca de los rasgos masculinos y femeninos al análisis”.

Lucha por la superioridad 
En otra etapa del pensamiento, Adler habló de la
lucha por la superioridad 
. No quería decir ser una eminencia, sino el auto mejoramiento. Quiso decir lucha para lograr lo mejor de la persona de uno, en lugar de luchar por ser mejor que los demás.

Esfuerzo por lograr la perfección 
El último término que Adler empleó para el proceso es el esfuerzo por lograr la perfección
. Quizá más que ninguno de los anteriores términos, éste tiene la connotación de un proceso de crecimiento inherente dentro del individuo. Se refiere al esfuerzo por mejorar lo que es real, en contraste con el perfeccionamiento neurótico (Lazars-feld, 1991). Los teóricos posteriores, Rogers y Maslow  (véanse los capítulos 13 y 14),  describieron un proceso que se oye algo similar a la motivación básica de Adler. La llamaron autorrealización.

COMPLEJO DE INFERIORIDAD
Cuando el proceso de crecimiento se estanca, una persona puede caer víctima de un
complejo de inferioridad 
. En este caso, la situación de sentirse menos es demasiado poderosa como para ser superada y la persona acepta un exagerado sentido de inferioridad como una precisa auto descripción. Todos los neuróticos tienen un complejo de inferioridad, de acuerdo con Adler. Aun la gente no neurótica tiene sentimientos de inferioridad; pero solamente en su forma exagerada, cuando sobrepasan los intentos de moverse hacia el sentimiento más alto y estancan el crecimiento, se dice que tienen un complejo. Este sentido exagerado de inferioridad puede resultar de discapacidades físicas, dinámica familiar o influencias de la sociedad que son abruma-doras (Stein y Edwards, 1998).

COMPLEJO DE SUPERIORIDAD
 Algunos neuróticos reprimen sus sentimientos de inferioridad y se creen a sí mismos mejores que los demás. Este resultado es denominado

Complejo de superioridad . Debido a que enmascara un sentido de inferioridad, no es saludable.


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 La gente con este complejo de superioridad se comporta de manera arrogante; exageran sus logros, los cuales pueden ser intelectuales, atléticos o emocionales, dependiendo de las fortalezas únicas del individuo. Pueden adoptar un comportamiento idiosincrásico que los separa de los demás. Adler sugiere que las aseveraciones de poderes telepáticos pudieran surgir de un complejo de superioridad. Un exagerado sentido de superioridad de alguien sobre las demás razas y nacionalidades es otra forma de complejo de superioridad.

Finalismo ficticio
Como se describió en el capítulo 2, Freud estaba comprometido con la suposición científica del determinismo aun en el ámbito psicológico. Esta suposición llevó a una teoría que trataba a los humanos como productos pasivos de varias fuerzas, principalmente biológicas. En contraste, Adler vio a los individuos como causas en lugar de efectos. Sostenía que la personalidad es creativa.  La gente toma opciones y determina su propio destino en la vida. Los factores externos presentan los retos y las opciones, pero no determinan completamente los resultados. Utilizando una frase de Adler que contiene este enfoque, la persona es un
sí mismo creativo
que está tratando de descubrir o crear experiencias que llevan a la realización. Para Adler, cada persona es “el artista de su propia personalidad” (Ansbacher y Ansbacher, 1956, p. 177). En su propia vida, cada persona imagina una situación mejor que la presente. Esta situación ideal es diferente para cada persona. Es una imagen de la realización de la que carece en el momento actual: un cuerpo saludable, si la persona está enferma; una fortuna, si la persona se siente restringida por la carencia de dinero; admiración, si la persona no se siente apreciada; etc. Los médicos, de acuerdo con Adler, con frecuencia están compensando algo de sus experiencias tempranas con la muerte, tratando de superarla a través de sus carreras. Otros están dirigidos por un “complejo de redentor”, tratando (no necesariamente en forma consciente) de salvar a alguien, tal vez mediante la medicina o el ministerio. A esta meta imaginaria, el estado futuro deseado, Adler la llamó
finalismo ficticio del individuo. (Adler dio crédito de este término al filósofo Hans Vaihinger.) El finalismo ficticio es la imagen individual de la meta, una experiencia subjetiva en lugar de una realidad objetiva. Dala dirección al esfuerzo de un individuo. La gente por lo común no tiene una idea clara y completa del finalismo ficticio que la dirige. La meta es una “imagen borrosa”, parcialmente conocida y parcialmente desconocida. La parte desconocida de la meta constituye el inconsciente. (Obviamente es por mucho un inconsciente diferente del de Freud, el cual ponía énfasis en el pasado en lugar del futuro.) A lo largo de la vida, la dirección general del esfuerzo permanece, pero un entendimiento de la meta puede cambiar. Mientras que una persona sana modifica la meta, un neurótico puede tener tal finalismo ficticio inflexible que su comportamiento no es adaptativo. Puesto que la motivación fundamental del individuo es impulsada hacia el finalismo ficticio, una persona no puede ser entendida sin conocer su única meta. Una vez que es entendida, ex-plica la consistencia de la lucha de la persona.

LA UNIDAD DE LA PERSONALIDAD

 Adler (1937/1982b, 1932/1988b) puso énfasis en la unidad de la personalidad. Antes de separarse de Freud, explicó esta unidad como el resultado de una “confluencia de impulsos”. Con-forme su teoría evolucionó, abandonó el modelo del impulso y describió la personalidad como sostenida por el finalismo ficticio y el estilo único de vida. El énfasis en la unidad contrasta con la descripción de Freud sobre el conflicto dentro de la personalidad. De acuerdo con Freud, la unidad es la fachada creada por el mecanismo de de-



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fensa de la sobrecompensación; enmascara los conflictos profundos dentro de la personalidad. De acuerdo con Freud, Adler no entendía la importancia de la represión y el inconsciente. Simplemente, perdió el punto de la revolución psicoanalítica. Adler rechazó la idea de un conflicto entre el consciente y el inconsciente como “una división artificial... que tiene su origen en el fanatismo psicoanalítico” (Adler, 1936/1964, p. 93). Creyó que el consciente y el inconsciente trabajan juntos con más frecuencia de lo que están en conflicto (Ansbacher, 1982).

Estilo de vida 
Las metas de una persona se dirigen a un estilo de vida único. El estilo de vida empieza como un proceso compensatorio, intentando cubrir una inferioridad particular. Lleva a la consistencia de la personalidad conforme la persona compensa, incluso sobre compensa, esta inferioridad. Además de la meta, el estilo de vida incluye los conceptos individuales acerca del sí mismo y el mundo y su manera única de esforzarse hacia la meta personal en ese mundo. Algunas perso-nas adoptan estilos antisociales de vida, engañando y buscando agresivamente su propia satis-facción; otros son cooperativos y trabajan arduamente.

PRIMEROS RECUERDOS

El estilo de vida de una persona, de acuerdo con Adler, se establece a la edad de los cuatro o cinco años. En esto está de acuerdo con Freud acerca de la importancia de la experiencia temprana para determinar la personalidad. Una clave para identificar el estilo de vida es el primer recuerdo de una persona, el cual, en promedio, data desde los tres años y medio (Mullen,1994). Pocas personas pueden recordar eventos antes de los tres años y, para mucha gente, nada se recuerda hasta los seis o siete años de edad. Los primeros recuerdos con frecuencia son erróneos y los adultos parecen confusos sobre lo que verdaderamente recuerdan y lo que se les ha dicho acerca del pasado (Eacott y Crawley, 1998). Los eventos que ocurren muy temprano en la vida no se recuerdan años después, aun si los pudieran reportar unas pocas semanas después (como en un estudio sobre la alarma de incendios en una escuela primaria), presumible-mente debido a los cambios en el proceso cognoscitivo (Pillemer, Picariello y Pruett, 1994), o el auto concepto (Howe y Courage, 1993), o quizá debido a que el hipocampo, en el cerebro, no ha madurado lo suficiente como para permitir que se desarrollen los recuerdos permanentes(Nadel y Zola-Morgan, 1984). Los investigadores pueden evaluar la memoria al observar si un niño interactúa con objetos de manera diferente, habiendo interactuado con ellos en el pasado, que cuando el objeto es experimentado por primera vez. Si el comportamiento ha cambiado, por ejemplo, al hacer movimientos hacia una parte del objeto de juego que en el pasado produjo eventos interesantes cuando se le manipulaba, existe recuerdo. Empleando este método, los investigadores informan que, aun a la edad de uno o dos años, los niños recuerdan los eventos en  sus vidas durante semanas e incluso meses  Este recuerdo, sin embargo, no está en la forma  en que un niño mayor y los adultos pueden manejar historias narrativas  expresadas en la palabra,  de   manera que no es por lo general accesible a que el adulto lo recuerde (Bauer, 1996). Conforme los investigadores desarrollan un mejor entendimiento de los sistemas de la memoria, expandiendo lo que ya conocían acerca de la distinción entre la memoria de los eventos (memoria episódica) y la memoria que está estrechamente ligada al lenguaje (memoria semántica), vemos que los recuerdos de la niñez son selectivos (Wheeler, Stuss y Tulving, 1997).El primer recuerdo permanece ya que la persona lo ha pensado repetidamente a lo largo de los años y captura lo que ha sido subjetivamente importante para ella. La clave para la importancia de este primer recuerdo no son los hechos objetivos recordados sino la importancia psicológica de la memoria temprana del individuo. Los investigadores sugieren que los primeros recuerdos están influidos por hablar con adultos acerca de los eventos. Esto ocurre más a me-nudo con los primogénitos y con las niñas, lo que hace que sus primeros recuerdos se den más temprano (Mullen, 1994). Mary Mullen también informa que los caucásicos reportan en prome

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 dio más recuerdos tempranos que los asiáticos, interpretando esta diferencia como el resultado de un mayor énfasis en la individualidad de la cultura occidental que en la de la asiática. La investigación apoya esta diferencia cultural más directamente al pedirles a niños y niñas de cuatro a seis años de China, Corea y Estados Unidos que hablen de sus vidas. En comparación con los países asiáticos, los niños estadounidenses se mencionan a sí mismos y a sus sentimientos con más frecuencia en estos recuerdos (Han, Leichtman y Wang, 1998). Adler consideró los informes de pacientes de eventos tempranos increíbles, tales como los recuerdos de su nacimiento y cuidado materno en la infancia temprana, como sospechosos pe-ro psicológicamente reveladores. Adler mismo reportó un recuerdo temprano erróneo. Recordó que, cuando era niño, corría a través del cementerio para superar su miedo a la muerte. El recuerdo debe haber sido impreciso, pues no había un cementerio en el lugar que él describe. Sin embargo, el recuerdo falso es una pista importante para los esfuerzos propios de Adler por superar la muerte (Bruhn, 1992a; Monte, 1980). Adler dijo que los “recuerdos representan la ‘Historia de mi vida’ de una persona; una historia que se repite a sí misma para advertirle o confortarla, para mantenerla centrada en su meta y para prepararla mediante las experiencias pasadas, de manera que se encuentre en el futuro con un estilo de acción ya probado” (Ansbacher y Ansbacher, 1956, p. 351). Los recuerdos son la clave de un estilo de vida. Los recuerdos de accidentes pueden sugerir un estilo de vida basado en evitar el peligro. Los recuerdos de nuestra madre pueden sugerir temas que tienen que ver con su cuidado o la carencia de éste. Los recuerdos del primer día de clases pueden sugerir “la gran impresión producida por las nuevas situaciones” (p. 354). Adler dijo que siempre incluiría preguntas de los primeros recuerdos en un análisis de personalidad. La gente está dispuesta a informarlos ya que no se da cuenta de cuánto le revelan aun psicólogo. Cualquier recuerdo temprano, aun si no son los primeros recuerdos, son pistas valiosas del estilo único de vida de una persona. Los recuerdos tempranos son constantemente evaluados en la terapia adleriana y son útiles con los pacientes de todas las edades, incluyendo los ancianos (Sweeny y Myers, 1986). Arnold Bruhn (1992a) desarrolló un método para interpretar los recuerdos tempranos estableciendo breve mente la estructura esencial del recuerdo, por tanto restableciendo los recuerdos particulares de una forma general para resaltar sus significados para nuestra vida actual. Por ejemplo, un recuerdo de huir de sus compañeros de juego después de caer de alguno de los juegos del parque es declarado de manera más general “cuando encuentro dificultades con una tarea de logro me retiro… ( Brhunn 1992 b,p.327)Los pacientes psiquiátricos (todos hombres) que habían cometido crímenes reportaron mas recuerdos tempranos de abuso y agresión que los pacientes psiquiátricos no peligrosos. Los que recordaron un abuso psicológico temprano eran 14 veces mas proclives a estar en un grupo peligroso que en un grupo no peligroso. (Tobey y Brhun 1992) .
Los recuerdos tempranos están significativamente relacionados con el interés vocacional y laelección vocacional (Elliott, Amerikaner y Swank, 1987), con la delincuencia (Davidow y Bruhn, 1990) y criminalidad (Hankoff, 1987), y la depresión (Acklin, Sauer, Alexander y Dugo-ni, 1989; Allers, White y Hornbuckle, 1990). Las correlaciones con varias escalas clínicas —in-cluidos el inventario multifásico de la personalidad de Minnesota (MMPI, por sus siglas en inglés) y la lista de verificación de síntomas 90, revisada, confirman la hipótesis de que los re-cuerdos tempranos expresan “paradigmas de relación” y por tanto pueden reflejar ajuste o de-sajuste (Acklin, Bibb, Boyer y Jain, 1991).

Estilos de vida errados y sanos
El estilo de vida de una persona es único. A Adler no le gustaba la práctica de presentar tipolo-gías ya que ignoraban la singularidad de cada individuo. Para propósitos de la enseñanza, sinembargo, describió cuatro tipos diferentes (Adler, 1935/1982a), incluidos tres estilos de vida“errados” (o enfermos) y uno que era el recomendado. Su intento no fue clasificar a la gente si-no hacer más fácil la comprensión de este concepto; por tanto, deberíamos darnos cuenta de que estas categorías son solamente indicaciones burdas de los muchos estilos de vida que la gente adopta.

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ESTILOS DE VIDA ERRADOS
No todos los estilos de vida son igualmente deseables. A veces, temprano en la vida, la gente desarrolla estrategias para mejorar sus situaciones que son, en el largo plazo, adaptativamente malas. Por ejemplo, un niño puede volverse sobre dependiente de sus padres o súper rebelde. Adler se refirió a éstos como “estilos de vida errados”. Hizo una lista de varios tipos, los que examinaremos aquí.

Tipo gobernante 
Los tipos gobernante buscan dominar a los demás. Pueden confrontar activamente los problemas de la vida de una manera egoísta, volverse “delincuentes, tiranos, sádicos” (Ansbacher y Ansbacher, 1956, p. 168). Adler (1998) describió, por ejemplo, a una niña de escuela que actuó sarcásticamente y de manera arrogante hacia sus compañeros, buscando satisfacción en ello, ya que era incapaz de hacer su tarea. O, si son menos activos, los tipos gobernante pueden atacar a otros de manera indirecta a través del suicidio, la adicción a las drogas o al alcoholismo, de acuerdo con Adler. No toda la gente de este tipo es despreciable. Algunos, con talento y arduo trabajo, tienen grandes logros, pero son vacíos y súper competitivos. Pue-den expresar su sentido de la superioridad sobre los demás al hacerlos menos, una tendencia que Adler (1921/1927, p. 161) llamó el complejo despreciativo.

Tipo de quien consigue 
Los tipos de quien consigue se apoyan en los demás. Son dependientes. Adoptan una actitud pasiva en lugar de activa hacia la vida y pueden volverse depresivos. Adler dijo que las mujeres y los niños consentidos están sujetos a presiones ambiental es que alientan este estilo neurótico, pero es siempre la opción del individuo, en lugar de las circunstancias externas, lo que determina el estilo de vida.

Tipo evasivo 
Los tipos evasivo no tratan de manejar los problemas, por tanto evitan la posibilidad de la derrota. La agorafobia, un temor irracional que confina a la gente en sus casas, es una forma de este estilo mal adaptado de vida. Los tipos evasivo tienden a estar aislados y pueden parecerles a los demás como fríos. Esta apariencia externa esconde una fundamental, pero frágil, creencia de superioridad. Todas las clases, grupos religiosos y naciones pueden adoptar este estilo, el cual obstaculiza el progreso de la civilización (Adler, 1921/1927, p. 186).

EL ESTILO SANO DE VIDA : EL TIPO SOCIAL MENTE ÚTIL
Si el estilo de vida es adaptativo, Adler se refirió a él como el tipo social mente útil . Para ser caracterizado así, una persona debe actuar de formas benéficas para los demás. Esto no necesariamente implica productividad económica o actos considerados por lo general altruistas. Adlerincluyó a los artistas y poetas como gente que “sirve a una función social más que a nadie. Nos han enseñado cómo ver, cómo pensar y cómo sentir” (Ansbacher y Ansbacher, 1956, p. 153).Esta gente tiene un sentido bien desarrollado de “interés social”, el cual se describe en una secciónposterior de este capítulo. Además, tiene un sentido del control interno (Minton, 1968), una acti-tud que es especialmente importante en las teorías del aprendizaje social cognoscitivo de Rotter, Mischel y Bandura. La investigación longitudinal confirma el pronóstico de Adler de que el estilo de vida es con-sistente desde la niñez hasta la adultez (Pulkkinen, 1992). La identificación del estilo de vida en la niñez es particularmente importante debido a que la intervención puede prevenir patrón es no deseables de resistirse al cambio (Ansbacher, 1988)

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